DR. DARÍO CONTRERAS: EL CIRUJANO QUE SALVÓ AL JEFE

por Bartolo de Jesús González

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En 1940 el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo enfermó de tal forma que podía morir. Sin embargo, un hombre desafiante se alzaría desde las sombras: el médico Darío Contreras. Su valentía y humanidad cambiarían el curso de la historia. Empieza a correr las diapositivas y conoces la historia. Haz clic en el icono ► sobre la imagen.

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CAPÍTULO I: Rumores y Sombras. En 1940, la República Dominicana temblaba bajo un manto de incertidumbre. El Lic. Manuel de Jesús Troncoso de La Concha ocupaba la Presidencia, pero los verdaderos hilos del poder seguían en manos del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo. Los rumores se propagaban como pólvora: el “jefe” estaba enfermo, gravemente enfermo.

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CAPÍTULO 2: El Silencio de las Páginas. La prensa, siempre cautiva del temor al régimen, apenas susurraba sobre la salud del dictador. Una nota de prensa confirmó su reclusión en casa tras dos días hospitalizado. ¿Qué ocultaban? ¿Qué quebrantos amenazaban al hombre que gobernaba con puño de hierro?

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CAPÍTULO 3: El Médico Tardío. El doctor Francisco Benzo, médico de cabecera de Trujillo, debía ofrecer un diagnóstico. Pero inexplicablemente, su informe se demoraba. ¿Miedo? ¿Lealtad? Nadie sabía. Sin embargo, el dictador no esperaría. Doña María, su esposa, una mujer de carácter férreo, tomó cartas en el asunto.

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CAPÍTULO 4: El Filo de la Esperanza. "¡Busquen al doctor Contreras!", ordenó Doña María. Darío Contreras, era un médico prominente, había regresado de Francia, donde había estudiado. Su negativa a firmar manifiestos pro-régimen lo había mantenido en bajo perfil. Pero ahora, la vida del "jefe" pendía de un hilo.

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CAPÍTULO 5: El Cirujano en la Sombra. Contreras, tranquilo en una gallera, no imaginaba que su destino cambiaría. Cuando de súbito, y sin explicaciones, militares lo llevaron a la mansión presidencial. "Ha llegado el fin de mis días", pensó el doctor. Allí, frente al hombre más temido de la República, tocó su cuerpo y diagnosticó: ántrax. Una cirugía urgente era imperativa.

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CAPÍTULO 6: Diagnóstico Delicado. Ante un diagnóstico tan delicado, los familiares de Trujillo y “caliéses” del régimen, pusieron de manifiesto su terror. Abordaron al Dr. Contreras a solas y le advirtieron: ¿Sabes usted lo que le va a pasar si el jefe muere en esa operación?

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CAPÍTULO 7: Resiliencia. El Dr. Contreras los miró, y con actitud serena respondió: Sí señor, sé lo que va a pasar si el jefe muere en la operación. ¿Qué va a pasar a ver si sabes?, dijo uno de los “caliéses”. A lo que Contreras respondió: que si muere a los tres días hiede, eso es lo que va a pasar.

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CAPÍTULO 8: El Éxito y el Triunfo. Horas después, en el hospital Padre Billini, Contreras operó al generalísimo. La sala parecía un escenario de intriga: vendajes, sudor, y el tiempo en su contra. La cirugía duró horas. Pero al final, el dictador sobrevivió. Con el cuello aún vendado, voló a Miami, disfrazando su viaje como un triunfo diplomático.

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CAPÍTULO 9: El Pacto de las Sombras. En Washington, el tirano firmó el acuerdo domínico-americano, recuperando el control aduanero y pagando la deuda externa. Contreras, ahora en gracia, ocupó cargos importantes en el gobierno.

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CAPÍTULO 10: El Legado. En 1959, un hospital llevó el nombre de aquel médico: «Dr. Darío Contreras». Un recordatorio de su valentía y la sombra que salvó al generalísimo. Su coherencia y humanidad desafiaron la opresión, dejando una lección profunda: incluso en la oscuridad, la integridad puede ser nuestra luz.

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