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| Migrante |
por Bartolo de Jesús González
El Desafío de Encontrar un Equilibrio entre Migración y Justicia.
La migración es un fenómeno global que afecta a millones de personas en todo el mundo. Actualmente, aproximadamente 281 millones de personas, alrededor del 3.6% de la población mundial, viven fuera de su país de origen. Algunos migran por elección, mientras que otros se ven forzados a abandonar sus hogares debido a la pobreza, conflictos, persecución o desastres naturales. En este artículo, exploraremos cómo los Estados deben encontrar un equilibrio entre la seguridad de sus ciudadanos y el derecho de los migrantes.
Basado en el Derecho Internación, todo migrante debe contar con la protección de una serie de derechos básicos; Pero en el caso de la República Dominicana, nos quieren aplicar una regla que ningún país cumple: Nos exigen que demos iguales derechos a migrantes regular y migrante irregular.
Migrantes Regulares
Los migrantes regulares gozan de derechos y protecciones legales. Tienen acceso a servicios como atención médica y educación, y pueden residir legalmente en el país de destino. Estas protecciones aseguran que los migrantes puedan integrarse de manera efectiva en sus nuevas comunidades y contribuir positivamente a la sociedad. La migración regular suele estar impulsada por oportunidades económicas o educativas. Las personas buscan una vida mejor o desean obtener una educación superior en otros países. Además, la reunificación familiar y la búsqueda de mejores condiciones de vida son motivos comunes para la migración regular.
Migración Irregular
Los migrantes irregulares suelen cruzar fronteras de forma clandestina, utilizando rutas ilegales u ocultas. Esto puede ser peligroso y exponerlos a la violencia, la explotación y condiciones de vida inhumanas. Además, pueden ser víctimas de traficantes de personas que se aprovechan de su desesperación. La pobreza, el conflicto, la desigualdad social y la persecución son causas comunes de la migración irregular.
Las personas que huyen de zonas de conflicto o son perseguidas pueden verse obligadas a migrar en busca de seguridad. La falta de oportunidades económicas y sociales en sus países de origen también puede impulsar a las personas a tomar rutas migratorias irregulares.
Equilibrio entre Seguridad y Derechos Humanos
La migración irregular puede ser peligrosa y costosa para los migrantes. Además, enfrentan dificultades para acceder a derechos y servicios esenciales, lo que puede llevar a condiciones de vida precarias y a una mayor vulnerabilidad a la explotación y el abuso.
La migración irregular plantea desafíos para la seguridad y el orden público, así como para la gestión de flujos migratorios. Los Estados deben lidiar con la detección y control de entradas ilegales, y la provisión de servicios básicos temporales a las personas que llegan sin la documentación adecuada.
Legislación Equilibrada
Los Estados deben promulgar leyes que protejan los derechos de los migrantes sin descuidar la seguridad de sus nacionales. Esto incluye la implementación de políticas migratorias como las nuestras, que consideran tanto la protección de las fronteras como el respeto a los derechos humanos fundamentales de los migrantes.
En fin, la migración no es solo un problema de fronteras, sino una cuestión de humanidad, seguridad y justicia. Encontrar un equilibrio adecuado entre la seguridad de los ciudadanos y el derecho de los migrantes es esencial para garantizar los derechos de todos los migrantes y la seguridad de los Estados. Los desafíos son numerosos, pero a través de la colaboración y el respeto por los derechos humanos, los Estados pueden crear un entorno en el que tanto los ciudadanos nacionales como los migrantes no vea sus derechos lesionados.
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