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| Miguel Vargas |
Es importante destacar que a esta cifra se le suma RD$504,160,000. dinero este otorgado por la JCE a dicho partido. Lo que significa que El PRD manejó en la pasada campaña, la módica suma de RD$760,615,820.47. ¡Que negociaso! Con razón, Miguel se aferró hasta la muerte a esas siglas. ¡Son oro!
Según la ley 33-18 de Partidos Políticos, los partidos que obtienen más del 5% de los votos válidos reciben el 80% de los recursos económicos del Estado destinados a los partidos políticos. Sin embargo, el PRD, al obtener solo el 1.69% de los votos válidos en las elecciones de mayo de 2024, pasó a ser considerado un partido minoritario, y, por lo tanto, en las próximas elecciones, recibirá una cantidad significativamente menor de fondos públicos. ¡Menos mal!
El desempeño del PRD en las elecciones de mayo de 2024 fue notablemente bajo, obteniendo solo el 1.69% de los votos válidos. Esta cifra contrasta fuertemente con los recursos manejados por el partido. La inversión de RD$143,293,467.34 no se tradujo en un éxito electoral significativo, lo que plantea preguntas sobre la eficiencia y efectividad del uso de estos fondos.
El caso del PRD ilustra un fenómeno recurrente en la política dominicana: la desproporción entre los recursos financieros manejados por los partidos y su desempeño electoral.
La política se ha convertido en un gran negocio, donde los partidos reciben sumas considerables de dinero, tanto de fuentes privadas como públicas, sin necesariamente rendir cuentas de manera efectiva al pueblo dominicano.
Este sistema tiene implicaciones serias para el presupuesto nacional y el bolsillo de los dominicanos. Los recursos que se destinan a los partidos políticos podrían ser utilizados en áreas críticas como la educación, la salud y la infraestructura. La falta de transparencia y la ineficiencia en el uso de estos fondos no solo socavan la confianza pública en las instituciones políticas, sino que también representan una carga financiera significativa para el país.
En conclusión, el financiamiento de los partidos políticos en la República Dominicana, ejemplificado por el caso del PRD, revela la necesidad urgente de una reforma que garantice una mayor transparencia, rendición de cuentas y eficiencia en el uso de los recursos públicos. Tenemos que buscar la forma para evitar que un grupo de gente se aprovechen de la debilidad de nuestro sistema, y se dediquen a vivir de nuestros recursos sin trabajar.
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