símbolo de la injusticia |
por Bartolo de Jesús González
En los últimos años, la República Dominicana ha sido testigo de varios escándalos de corrupción que han sacudido la confianza pública en las instituciones. Entre los casos más notorios se encuentran los de Tucano, Los Tres Brazos y Odebrecht. A pesar de la magnitud de estos casos y las expectativas de justicia, todos han terminado sin condenas significativas, evidenciando una preocupante deficiencia en la instrumentación de los expedientes por parte del Ministerio Público.
Caso Odebrecht: Un Escándalo Internacional sin Justicia Local
El caso Odebrecht, uno de los mayores escándalos de corrupción en América Latina, involucró el pago de sobornos por más de 92 millones de dólares a funcionarios dominicanos a cambio de contratos de obras públicas. A pesar de las pruebas y las confesiones de la constructora brasileña, el proceso judicial en la República Dominicana resultó en la absolución de la mayoría de los acusados y la devolución de bienes incautados a los pocos condenados. La Suprema Corte de Justicia rechazó el recurso de casación de la Procuraduría, argumentando que las pruebas presentadas eran insuficientes.
Los Tres Brazos: Venta Irregular sin Consecuencias
El caso de Los Tres Brazos, que implicaba la venta irregular de terrenos en Santo Domingo Este, también terminó sin condenas. A pesar de las acusaciones de sobornos, lavado de activos y enriquecimiento ilícito, el Cuarto Tribunal Colegiado de la Cámara Penal de Primera Instancia del Distrito Nacional, declaró la extinción penal contra los implicados, citando la falta de pruebas suficientes presentadas por el Ministerio Público.
Tucano: Otro Caso sin Resolución
El caso Tucano, relacionado con la compra de aviones Super Tucano mediante sobornos, siguió un patrón similar. Los imputados fueron favorecidos con descargos judiciales debido a la insuficiencia de pruebas presentadas por el Ministerio Público.
¡Indignante! Ministerio Público
La constante en estos casos es la deficiente instrumentación de los expedientes por parte del Ministerio Público. La falta de pruebas contundentes y la mala preparación de los casos han permitido que los acusados evadan la justicia, socavando la confianza pública en el sistema judicial. Esta situación no solo refleja una ineficacia administrativa, sino también una posible falta de voluntad política para combatir la corrupción de manera efectiva.
Es imperativo que el Ministerio Público y las autoridades judiciales tomen medidas concretas para mejorar la calidad de la instrumentación de los casos de corrupción. Esto incluye una mejor recolección de pruebas, una preparación más rigurosa de los expedientes y una mayor transparencia en los procesos judiciales. Los dominicanos merecen un sistema de justicia que funcione de manera eficiente y justa, y que no permita que los culpables de corrupción evadan sus responsabilidades.
Solo a través de una reforma profunda y un compromiso real con la justicia, la República Dominicana podrá avanzar hacia una gestión administrativa que refleje los valores y las expectativas de su ciudadanía. Es hora de que el Ministerio Público asuma su responsabilidad y garantice que estos errores no se repitan en el futuro.
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